martes, 3 de agosto de 2010

El Inicio (de la historia aquella)

Hace dos años aproximadamente, era temporada de vacaciones, del primer semestre anual o el llamado verano, y entonces es casi evidente que para estas fechas, el tiempo libre abunda, y el aburrimiento se hace notorio y en ocasiones intolerable, eso sumado a las temporadas de calor que aumentan en Cúcuta, la pequeña ciudad fronteriza con Venezuela en la cual vivo hace 20 años para la actualidad, y de las cuales ya simplemente estoy acostumbrado.

Ese día me levanto como de costumbre a esa hora normal de vacaciones, cerca del medio día para ser exactos y el día transcurre simplemente lento. Después de un buen almuerzo y un descanso momentáneo, me siento en aquel punto de mi casa en el cuál entre la soledad de libros alrededor, y frente a mi confidente fiel, por medio de esa pantalla de 17 pulgadas algo amarilla que denota los años que llevaba en ese tiempo conmigo, y que desde que nos presentaron, ha sido tanto el tiempo dedicados a los dos que simplemente me entiende, me lee, me acompaña y sabe todo acerca de lo que realmente soy. Y es mi amigo fiel quien entre su inmensa condición de conocerme, de no juzgarme, de dejarme solo hacer lo que quiera, me brinda en ese momento la opción nuevamente de explorar un rato la parte de la que tanto el conoce por todos los movimientos que siempre me ha visto hacer. Abro entonces esa cuenta alterna de correo, esperando algo, pero en realidad nada, y entonces es cuándo está ese contacto con el que en algunas ocasiones he podido hablar y que le conozco simplemente ahí en esa cuenta.

-Buenas Tardes Señor corazón de piedra- le saludo yo, de esa forma como ya de algún tiempo para acá vengo saludándole dado que el me ha expresado que simplemente buscar placer por esos medios por experiencias que le han pasado, y por lo cual nunca le juzgué pero le di ese apelativo entre bromas por ese medio.

Recibo respuesta de el, y la charla transcurre normal preguntando como va, por el tiempo que llevamos sin hablar, pero sorpresivamente en un momento de la conversación:

-Quiere que le presente un amigo?- me dice, ante esa frase quedo en silencio por un momento, tal vez me entrañaba mucho que el me dijese eso, normalmente habíamos hablado ya de varias experiencias propias, y teníamos claro las distintas convicciones o búsquedas, aparte de eso, la pregunta me retumbo directamente a mi, Quería conocer yo a alguien?, ya había pasado alguna mala experiencia para mi, había quemado un tiempo de salir bastante, de retumbar un poco en este difícil mundo, pero la respuesta me la di yo mismo, así después de indagar quien era el individuo al cual quería presentarme, me da pocos detalles, le digo, que si.

-Le comentó a mi amigo y luego le doy el mail – me dice, y queda allí la conversación

Pasaron unas 4 días, para volver a estar replicando la misma frase:

-Buenas Tardes Señor corazón de piedra- le saludo yo como de costumbre.

-Buenas, mire: elcorreo@lacuenta.com es mi amigo agréguelo – me dice el, sin más

La primera medida que tomo, es confrontar esa cuenta en las redes sociales más populares para ese tiempo, HI5, Facebook, y Badoo, siendo en la última donde guardaba un perfil de esos anónimos falsos, precisamente para poder verificar la existencia de un correo en esa red, ya que para ese tiempo, mi juicio de valor acerca de esos sitios manifestaban mi lejanía real a ellos. Entonces, en efecto en la ultima se despliega un interesante perfil, pero un nombre de pila, del cuál ya había escuchado hace algún tiempo, y por mera casualidad.

Como siempre dicen el mundo es un pañuelo, y no podía pasar para más, sin ser yo alguien de muchos compinches, simplemente porque no me gustan, conocía a alguien, de este cuento, con el cuál había hecho buena amistad de charla, nunca había pasado ningún rose directo lo cual reafirmaba una amistad directa. Y entonces, ese nombre de pila que veía en ese perfil, era aquel primer noviazgo de ese amigo mío, había escuchado algunas cosas, y sabia que lo que paso no fue nada realmente serio, algunas opiniones de mi amigo, pero la verdad nunca ni una idea, o imagen de el directa. En ese momento, entro en un dilema propio: Podría tomar a mal eso mi amigo? Sería conveniente? Y a respuesta me la di yo mismo nuevamente, y por lo mismo por lo cual comencé hace aproximadamente unos 4años en esto, la curiosidad pudo más, le agregué, no tardaron unos días para verle online:

-Qué tal bn? – las primeras palabras para decirnos, mientras veía en esa ventana del Messenger, su foto, y el veía de mi, un ojo simplemente eso, un ojo.

3 comentarios:

  1. Hola, buen comienzo, espero con ansia el siguiente capítulo jejeje.

    Eres muy amable por seguirme, te envio un fuerte y esponjoso abrazo, ahí nos iremos conociendo.

    Quike micifous

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  2. Buen post... Pendiente de lo que sigue.

    Espero ansioso la cintinuación Mr. Ojo.

    Se cuida..

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